Venezuela Intenta, de Nuevas Maneras,
Resolver sus Viejos Problemas
En una informal, pero
a la vez muy bien fundada y esclarecedora exposición del embajador venezolano
Lino Martínez, ante un pequeño grupo de personas interesadas en comprender
mejor lo que acontece en ese país hermano, habló hace unos días de su país:
El
gobierno que preside Hugo Chávez está tratando de abrir nuevos, prometedores y
revolucionarios caminos a Venezuela. O en otras palabras, después de largos
años de gobiernos deshonestos, de corrupción y fraudes electorales, en los que
instituciones y dirigentes se desprestigiaron y perdieron autoridad moral y
política debido a su incapacidad para atacar y resolver los más graves
problemas, y en que el pueblo fue ganado por el desencanto, el escepticismo y
la inacción, el presidente Chávez encabeza no sólo un nuevo gobierno sino un
importante movimiento popular y habla “por los que no tienen voz”.
La
situación de Venezuela, como la de los demás países latinoamericanos no es
fácil, pero tampoco es aquella que estalló en el “caracazo”
de 1992; Aunque sigue habiendo inseguridad, inflación y desempleo, con base en
una nueva Constitución y una política diferente que trata de beneficiar no a
una minoría privilegiada sino a que la mayoría mejore sus condiciones de
trabajo y de vida, pese a innegables dificultades empieza a haber cambios
alentadores.
Sin
descuidar el petróleo, el gobierno intenta diversificar y fortalecer la
economía, impulsa otras actividades, llama a la gente a organizarse y desde una
posición independiente y digna hacia Estados Unidos, promueve la integración y
la unidad bolivariana de nuestros países, convencido de que su integración a esta
hora es necesaria para impulsar y reorientar el desarrollo y resolver los más
graves problemas. Todo lo cual demuestra que, en Venezuela, el neoliberalismo y
las ilusiones en torno al mercado y el capital extranjero, van quedando atrás.