Trabajando nuestra Asociación con recursos financieros muy escasos, sus actividades no han sido todas aquellas que, en otras condiciones, podría haber realizado. No obstante, lo hecho hasta aquí es ya significativo.
Entre las principales
actividades cabría mencionar las que siguen:
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Se ha mantenido un
contacto y una comunicación constante con los miembros, tanto a través de
informes que se han hecho llegar oportunamente, como de reuniones informales de
trabajo en las que se recogen opiniones y sugerencias y se examina lo que se
hace y lo que se proyecta;
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Se han editado diversas
publicaciones, habiendo siempre alguna que contribuye a lograr la comunicación
y la cohesión internas, y que a la vez representa un puente con otras
organizaciones y con amigos y simpatizantes.
Entre tales publicaciones destacan 5 Cuadernos de
Información, que en las primera etapa se consideraron muy útiles y aun
necesarios para dar a conocer y poner a consideración de los miembros lo que se
aspiraba hacer.
También en la
primera fase se publicó un Boletín (México AUNA)
–15 números–, que sin duda jugó un papel importante en la puesta en marcha de la
Asociación. Posteriormente se convirtió en una revista bimestral (Imágenes de Nuestra América), de la que se publicaron
8 números, y finalmente, porque ésta reclamaba recursos financieros de los que
se carecía y creciente atención, se convino en suspender su publicación y
sustituirla por una más pequeña publicación trimestral (Unidad Regional), de la que ya se
publicaron los números 1 al 5, y está en prensa y por circular el 6.
Complementariamente, se han publicado tres breves libros, en los que se recogen los materiales de dos seminarios y diversos coloquios.
Los libros antes mencionados son:
México y América Latina:
Crisis-Globalización-Alternativas, AUNA-México/ Editorial
Nuestro Tiempo, Méxco 1996.
Problemas de Nuestra América, AUNA-México / Editorial Nuestro Tiempo,
México 1998.
Integración de América Latina y
el Caribe, AUNA-México, 2000.
En buena parte, además, la suspensión de la revista
y la reorientación del trabajo de AUNA-México obedecieron a que el Consejo
Coordinador convino en que, en adelante, el campo central de trabajo sería el
proceso de integración en América Latina y el Caribe. Y al respecto incluso se
proyectaron varias investigaciones que habrían de quedar a cargo de personas
altamente calificadas; pero a la postre tuvieron que aplazarse, por no contar
con los medios financieros para llevarlas a cabo.
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De los Coloquios se realizaron seis sobre diferentes temas,
y en cuanto a Seminarios se han organizado cinco, con
varias sesiones cada uno de ellos.
Los dos últimos, realizados en mayo y agosto-septiembre se refirieron, el primero a la importancia y el estado que guarda la integración regional latinoamericana, y el segundo al papel que en ella está jugando el empresario mexicano.
El próximo se ocupará del papel de los trabajadores
en el proceso de integración, y fue precedido de un taller en el que
participaron viarias personas vinculadas al movimiento sindical.
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Para dar a conocer más
ampliamente nuestras posiciones, AUNA-México ha enviado Mensajes
a varias Conferencias internacionales, como las Cumbres Iberoamericanas, y
elaborado Declaraciones especiales que han circulado
en México y otros países. De las más recientes, hace tres meses se elaboró y
difundió la Declaración sobre la Integración Regional como Condición del
Desarrollo latinoamericano y caribeño, y en estos días ha empezado a circular
una sobre la Importancia de la Educación y la Cultura en el Proceso de
Integración. Y para enero se proyecta otra acerca de las mejores maneras de
combatir el deterioro ecológico y preservar los recursos naturales.
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En fin, se ha mantenido y
tratado de promover el acercamiento con personas y organizaciones de países
hermanos, de las que nos interesa saber lo que hacen y darles a conocer lo que
nosotros intentamos, y el acercamiento ha sido muy provechoso.
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Y dentro de nuestro país
hemos ampliado también nuestras relaciones, pues aspiramos a que la Asociación
llegue a ser realmente nacional, más no porque así lo decidamos en el Distrito
Federal sino porque personas de diversas entidades se interesen en participar,
en la forma y términos que les perezcan más adecuados y correspondan a sus
condiciones y posibilidades.